Fui un estudiante rebelde. La adolescencia tardía fue una época complicada. Empecé a estudiar Magisterio, pero no terminó de cuajar. 

Después di el salto al mundo de la Imagen. Hice un curso de Fotografía Profesional en EFTI, una escuela de Madrid. Me encantó. Ya me gustaba hacer fotos y grabar vídeos. En las excursiones y los viajes de los 90, era el "pesado" de la cámara.

Y eso me animó a estudiar Comunicación Audiovisual. Lo que me dio la oportunidad de trabajar en un periódico y a su vez, me llevó a Licenciarme en Humanidades. 

Lo que te decía, un estudiante rebelde 🙂 

No sé si será de familia, pero siempre quise crear mi propia empresa e intentar ser mi propio jefe. Mi abuelo y mi padre vivieron así, me gustaba su visión de la vida. 

Así que, junto con mi hermano, empezamos un proyecto audiovisual con mucha ilusión. Funcionó, pero llegó la crisis del 2009-12 y tuvimos que cerrar. 

Además, una hospitalización larga de un familiar (niño) me hizo retomar mi afición adolescente por la magia. Pasó meses en el hospital, y estaba deseando que llegase el Domingo, que era el día en el que unos voluntarios iban de habitación en habitación, haciendo juegos de magia y animando a los niños ingresados. Unas personas maravillosas a las que desde aquí expreso (como siempre que tengo oportunidad) mi admiración. 

Eso me hizo desempolvar mis viejos juegos de magia, para que la espera de domingo a domingo, no se le hiciese tan larga. 

Ya en 2008 empezaba mis primeras actuaciones delante de público desconocido.

¡Qué nervios!

La fotografía, el vídeo y la Magia, me han acompañado siempre. 

Retomar el contacto con la Magia, me hizo "olvidarme" de mis carreras universitarias, y matricularme en la Escuela de Magia de Tamariz.

(Otra vez el eterno estudiante Rebelde)

Fue una época en la que actuaba delante de todo tipo de publico y en todo tipo de eventos.

El "NO", no era una opción. 

Eso me llevó a actuar en cumpleaños infantiles, colegios. He actuado para la BBC, entiéndase Bodas, Bautizos y Comuniones 🙂 

He actuado tanto en las fiestas de los pueblos más recónditos de España, como para CEO'S en el Teatro Real de Madrid. 

Eso me hizo darme cuenta de una cosa muy importante: la magia, en sí, es maravillosa. 

Pero por muy espectacular que sea un juego de magia, si no conectas con el público, se queda en un rompecabezas curioso.

Eso me llevó a estudiar técnicas de comunicación, de cómo utilizar la voz. Me apunté a una escuela de Teatro, a cursos de Clown... y me leí todos los libros que encontré sobre comunicación, PNL y lenguaje no verbal. 

Al final, las técnicas de investigación que aprendí en la Universidad, fueron de utilidad. 

 Como todas las semanas me subía a un escenario, podía aplicar lo que aprendía, y me ayudó a conectar con la audiencia de una forma nueva. Ahora veía al público... diferente. Podía saber si les estaba gustando la actuación, quién estaba a la defensiva o a quién no debía sacar como voluntario, porque la iba a liar. 

Y desarrollé mis propias técnicas.

Empecé a recibir felicitaciones, no sólo por el espectáculo, si no por lo bien que comunicaba. 

"Es que eres muy majo", era el típico comentario de la abuelita de la familia. 

"Llegas muy bien al público" me solían decir en eventos de empresa.

He tratado con todo tipo de gente en las situaciones más diversas. Pero hay un punto común a todos. Cuando estás delante de público, hay técnicas que funcionan para todos. Para conectar con tu audiencia, para emocionarles y para dejar un gran recuerdo. 

Por eso he pensado que si tú te dedicas a hablar en público, podía compartir contigo mis conocimientos. 

La especialización es la clave del éxito. Trabajaba casi todos los fines de semana (Si no todos) 

Entre semana hacía algún trabajo de fotografía, estudiaba y ensayaba. 

Tener dos hijas pequeñas me hizo cambiar el rumbo. Quería "libertad", era mi propio jefe, pero estaba ocupado casi a todas horas. y todos los fines de semana.

Una de las mejores cosas que tenía es que podía llevarlas al cole, recogerlas por la tarde y leerles un cuento casi todas las noches.

Quería tener libres más fines de semana y dejar de trabajar de noche. Así que decidí mejorar mi inglés. Tenía el típico nivel medio del treintañero español que en el colegio empezaba todos los cursos por el Present Simple y no llegaba nunca al segundo condicional.

Así que cogí el inglés por los cuernos, y no lo solté hasta tener un nivel avanzado. (La sed insaciable del estudiante no debería abandonarse nunca)

Cuando lo conseguí, empecé con mi mujer a ofrecer espectáculos educativos en inglés para colegios. (Más especialización creo que es difícil) y como te decía, ahí llegó el éxito. Trabajo en horario escolar y con calendario escolar. 

Lo que me dejaba tiempo para seguir formándome en fotografía, y en vídeo. Todo el material que creábamos para los espectáculos, los hacíamos nosotros. Mi mujer es maestra y técnico de sonido, así que hacemos un equipo genial.

Fueron casi 3 años disfrutando y pasándolo pipa trabajando. 

Hasta que nos dieron un bofetón. 

Pasamos de 100 a cero. Tal cual. 

Crisis.

Pérdida de ahorros, de salud. 

Tratamos de reinventarnos, que suena muy guay, pero no siempre se consigue. Intenté hacer despegar el negocio de fotografía, hicimos vídeos promocionales para algunas empresas y aprendí SEO y creación de páginas web. (Como esta que estas viendo)

Un guión de un buen vídeo promocional tiene mucho en común con el guión de una buena formación, o intervención delante de público.  

El haber estudiado las dos licenciaturas, y haber estado constantemente formándome sobre ramas afines a la magia como la comunicación, cómo escribir guiones, cómo conectar con la audiencia. Asistir a cursos de fotografía y de vídeo, etc. me hizo darme cuenta de que tenía algo que compartir y con lo que podía ayudar a  gente que, como tú, tiene que hablar delante de público.

En la vida hacemos cosas, y en la vida nos pasan cosas.

 (Me ha quedado una frase digna de imán de nevera) 

Nuestra actitud es esencial. Las personas que tenemos cerca, fundamentales.

Nuestras experiencias y vivencias no suelen ir en línea recta. Experimentamos, llevamos a la práctica lo que aprendemos, pulimos y seguimos mejorando. Aunque a veces nos la pegamos. O nos den un bofetón que no esperábamos. 

Y aunque es difícil, hay que seguir formándose e intentar no perder nunca la ilusión.

Y compartir.